Había una vez un hombre muy feo, pero tenia una dulzura especial en su ortografía. Hacia unos poemas preciosos con un encanto y buena letra. Entonces una chica hermosa se le acercó y le dijo eres muy feo pero con tus dulces letras y poemas me he enamorado profundamente y vivieron felices.
El cada mañana le escribía un poema de su vida y poco a poco se fue acostumbrando a su cara y se casaron y sin que nadie les separasen vivieron felices.
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